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El movimiento revolucionario latino americano 

 

 Trabajo del Secretariado Sudamericano

VIGESIMA SESION, RÉALIZADA EL 12 DE JUNIO

PRESIDE GABRINETTI (Brasil).

CODOVILLA. (S. S. A. de la I. C.). - Compañeros: Al tratar este punto del orden del día seré breve, puesto que gran parte de las cuestiones que se debían discutir ya han sido consideradas a través de las discusiones sobre los demás problemas.

Podemos decir que ha surgido claramente, en el transcurso de los debates, la necesidad de hacer que el Secretariado se transforme de más en más en el órgano de dirección del movimiento comunista latinoamericano, y que los Partidos se liguen más estrechamente con el mismo.

Creo innecesario hacer una exposición detallada de la labor realizada por el Secretariado desde su constitución hasta la fecha, ya que en gran parte esa actividad ha sido reflejada a través de la revista. Indiscutiblemente, la labor desarrollada por el Secretariado no es completa ni está exenta de errores; pero si se tiene en cuenta el poco apoyo que le han prestado a su labor una serie de Partidos, y que el Secretariado tuvo casi que orientarse por sí solo sobre los problemas que se planteaban en los diversos países, se comprenderá que la labor realizada ha sido importante.

Los compañeros saben que el Secretariado funcionó desde su fundación en forma colectiva y con la representación directa de los delegados de los Partidos de la Argentina, Uruguay, Brasil y Chile y de la delegación de la Internacional Comunista.

El Secretariado ha estudiado particularmente las situaciones de Brasil, Argentina, Uruguay, Chile, Bolivia, Paraguay y Perú; y a algunos de esos países fueron delegaciones del Secretariado para colaborar con las direcciones de nuestros Partidos en la determinación de su línea política.

Es sabido cómo por la intervención del Secretariado se pudo remediar en gran parte los errores oportunistas cometidos por nuestros camaradas de Paraguay y Bolivia frente a la guerra paraguayo-boliviana. Y en la conformación ideológica de los grupos comunistas de Bolivia, Perú y Panamá, - hoy en vías de transformarse en Partidos-, ha contribuído grandemente nuestro Secretariado.

Se puede señalar como defecto de nuestra labor el no habernos ocupado suficientemente de los países del norte de la América latina. Pero si eso es cierto hay que agregar que no fué debido a nuestra despreocupación sino, por el contrario, a la de nuestros Partidos, que a pesar de nuestras reiteradas comunicaciones han tardado en ponerse en relación con el Secretariado, o lo han hecho en forma deficiente. Podríamos citar el case del Partido Comunista de México, el cual no ha contestado durante muchos meses nuestras comunicaciones. Esa vinculación deficiente de nuestros Partidos con el Secretariado ha sido también causa de que muchas veces éste no pudiera prestar todo su apoyo político en la solución de los problemas que se les planteaban.

El caso de Colombia es ilustrativo al respecto. A fines del año pasado recibimos comunicaciones del valle del Cauca diciéndonos que a principios de diciembre tendría lugar una gran “chichonera”. Por las informaciones comprendimos que se trataba de un movimiento serio sobre el cual había que llamar la atención de los demás Partidos latinoamericanos y de las masas trabajadoras en general, a objeto de prestar ayuda solidaria al movimiento que se estaba gestando. Esa información nos la daba el comité director de una comercal; pero la dirección central del Partido no nos comunicaba ni una sola línea al respecto.

¿Cómo podíamos nosotros apreciar la importancia del movimiento sin informaciones fidedignas a su respecto? Sin embargo, al recibir las primeras comunicaciones de la prensa burguesa sobre el estallido del movimiento en la zona bananera, el Secretariado lanzó un llamado de solidaridad y dió instrucciones a todos los Partidos para que hicieran grandes manifestaciones solidarias y se dispusieron a llevar la ayuda efectiva a los compañeros colombianos, y en ese -- como en otros muchos casos -- es cuando se ha puesto de manifiesto el “provincialismo” de nuestros Partidos, pues a excepción de algunos que hicieron manifestaciones aisladas, los Partidos latinoamericanos no se dispusieron a prestar esa solidaridad que con mucha razón nos reprochara el compañero Mahecha.

 Cuando la guerra paraguayo-boliviano pasó algo todavía más grave. La mayoría de nuestros Partidos “ignoran” el peligro inmediato de guerra y no hicieron nada, o muy poco, para alertar a las masas y demostrarles sobre la base de ese hecho concreto, cómo los gobernantes de Bolivia y Paraguay no eran más que instrumentos del imperialismo, al cual sometían los intereses de sus propios países.

Nuestros llamados para realizar demostraciones contra la reacción chilena y cubana, y de solidaridad con los trabajadores de esos países, tampoco tuvieron grandes resultados.

Cuando se realizó la jira de Hoover en América latina, jira que tenía un carácter marcadamente imperialista, el Secretariado llamó la atención anticipadamente a todos los Partidos, les instó a realizar grandes manifestaciones antiimperialistas que debían ser a la vez manifestaciones contra los gobernantes de sus propios países, lacayos del imperialismo. En esa oportunidad tampoco podemos decir que nuestros Partidos hayan aplicado las instrucciones del Secretariado con la decisión debida. Y téngase en cuenta que las coyunturas eran muy favorables, puesto que allí donde nuestros Partidos tomaron la iniciativa de las demostraciones antiimperialistas fueron seguidos por las masas. Tal es el caso de la Argentina y del Uruguay. En otros países no tenemos conocimiento que se hayan hecho manifestaciones antiimperialistas, sino que nuestra acción se ha limitado a simples manifiestos.

En fin: la campaña pro ayuda a Sandino tampoco -- a excepción de México -- se puede decir que ha sido apoyada en la forma debida por el resto de los Partidos. Acá se pueden señalar especialmente las fallas de la fracción comunista del Comité Continental de la L. A. D. L. A., la cual, a pesar de los reiterados pedidos del Secretariado, nada hizo para coordinar la actividad pro Sandino, o en algunos casos -- y eso es inadmisible -- se dirigió a elementos pertenecientes a medios hostiles al Partido.

Todos esos hechos los traemos a colación con el propósito de llamar la atención de los compañeros respecto de la necesidad de coordinar más nuestra acción en el futuro, “romper” un poco los marcos de nuestra acción nacional - y a veces hasta local-, dar de más en más a nuestro movimiento su verdadero carácter: que es el de la acción de todo el movimiento revolucionario latinoamericano contra el imperialismo y la burguesía nacional, agente del mismo.

La labor futura del Secretariado debe, indiscutiblemente, ser más política, es decir: estudiar más profundamente la situación de cada país contribuir a la determinación de la línea política de nuestros Partidos, hacer críticas fraternales de los errores de los mismos, contribuir por diversos medios a la elevación de su nivel político. Pero para eso es necesario que los compañeros de los diversos Partidos latinoamericanos se liguen más a la vida política del Secretariado, plantean constantemente sus problemas políticos ante el mismo, colaboren en la revista, planteando en la misma discusión los problemas políticos nacionales e internacionales.

Los medios para poder elevar el nivel político de nuestros Partidos existen hoy. No podemos negar que la Internacional Comunista, en estos últimos tiempos, se ha preocupado de la vida política de nuestros Partidos. Decenas de camaradas nuestros tienen posibilidades de estudiar en las escuelas políticas de la I. C., una editorial en castellano que publica material teórico marxista-leninista y los documentos fundamentales de la I. C., la “Correspondencia Internacional” en castellano, la revista del Secretariado, etc.: son todos factores que contribuyen a la elevación del nivel político de nuestros Partidos. Si a eso agregamos que todas esas publicaciones están hechas con fines de propaganda y que, por consiguiente, por su bajo precio, están al alcance de los obreros, veremos que no hay razón en la actualidad para que cada miembro de nuestro Partido no se disponga a elevar su nivel político.

Termino, camaradas. Todos llevamos la convicción de que esta Conferencia ha representado un gran paso en el acercamiento de nuestros Partidos, que nos ha dado una base para el conocimiento mutuo de nuestros problemas, y si todos nos empeñamos en aplicar las resoluciones que aquí hemos tomado, nuestros Partidos realizarán grandes progresos en el camino de su bolchevización.

El Secretariado Sudamericano, bajo el contralor directo de la Internacional Comunista, será la fuerza coordinadora del movimiento comunista latinoamericano, y cada partido encontrará en él el apoyo necesario y el consejo fraternal para hacer más eficaz su acción. Es cuanto tenía que decir. (¡Muy bien!)

MARTÍNEZ. (Venezuela). -- Compañeros: estoy de acuerdo con el informe presentado por el compañero Codovilla referente a los trabajos realizados por el Secretariado Sudamericano y creo que dentro de sus posibilidades, ha desarrollado una labor muy importante. Pero, por ese mismo informe hemos visto cómo el norte de América latina, -- por las razones dadas por el compañero informante, -- ha sido descuidado. Debemos tender, entonces, a crear un Subsecretariado en México que tendrá a su cargo con el Secretariado actual. En la América latina y que trabajará de acuerdo con el Secretariado actual. En la Internacional Comunista se habló sobre esta cuestión, pero se postergó su realización debido a que el Partido mexicano cometió algunos errores importantes y no se le pudo confiar, entonces, ese trabajo de dirección. Yo creo que actualmente, no hay ningún inconveniente que impida la materialización de aquella iniciativa, que reportará grandes beneficios, puesto que los compañeros de México están en más estrecha relación con todos los asuntos de las Antillas y norte de América del Sud. Sobre este asunto, debe decir qué piensa el Secretariado Sudamericano.

El compañero Luis ha hablado de los esfuerzos que hace y seguirá haciendo la Internacional Comunista, para elevar el nivel ideológico de los Partidos latinoamericanos. Creo, entonces que si efectivamente la Internacional Comunista quiere contribuir a elevar el nivel ideológico de nuestros Partidos, es preciso que venga directamente a América latina a traernos esa ayuda, constituyendo una escuela en Argentina y otra en Nueva York, que se repartirán ese trabajo entre el Sud y el Norte de América latina. Se podría ver la forma de hacer cursos breves, para que puedan concurrir bajo el sistema de la rotación continua, el mayor número posible de compañeros de los diversos Partidos.

Pido al compañero Luis que transmita nuestro pedido a la Internacional Comunista y que se lleve a la práctica lo antes posible. Es cuanto tenía que decir. (Muy bien).

VILLALBA. (Guatemala). -- Había pedido la palabra para hacer igual proposición que la formulada al final de su discurso, por el compañero Martínez. Me resta solamente adherir a esa iniciativa que creo debe materializarse a la mayor brevedad. Hay que tener en cuenta que todos nuestros Partidos faltan cuadros de dirección y que están frente a grandes problemas políticos que no cumplen bien. Preparar políticamente a nuestros dirigentes, debe ser debe ser la tarea primordial de la Internacional Comunista y del Secretariado Sudamericano. Nada más.

PADILLA. (Ecuador). -- Compañeros: estoy de acuerdo con las manifestaciones vertidas por los compañeros que me han precedido en el uso de la palabra, sobre la necesidad de capacitar políticamente a nuestros Partidos. Intervengo, además, en este debate para manifestar que cuando llegó Hoover a Ecuador, el gobierno no nos permitió realizar ninguna demostración en su contra. Cuando llegó a Guayaquil, se hizo una intensa agitación, repartiéndose un volante entre los marineros del barco donde vino, y entre el pueblo en general. Es decir, camaradas, que aprovechamos ese viaje para hacer propaganda anti-imperialista. Quería intervenir compañeros, porque en mi anterior exposición, olvidé mencionar este dato. Nada más.

LUIS. (C. E. de la I. C.). -- Camaradas: mi intervención tiene por objeto aclarar algunos puntos sobre las relaciones que deben existir entre el trabajo comunista que se realiza en América latina, y especialmente, sobre las relaciones entre los diferentes Partidos y la Internacional Comunista. El Secretariado Sudamericano es un organismo intermedio, del cual se vale la Internacional Comunista, para relacionarse con todos los partidos latinoamericanos. Su sola creación demuestra entonces, una preocupación efectiva de la I. C. para la coordinación del trabajo revolucionario en América latina, y en primer lugar, es un paso dado para ayudar a la conformación política de nuestros Partidos. Si bien tienen fundamento las críticas hechas por los compañeros hacia la Internacional Comunista, porque se han preocupado un poco tarde de los países latinoamericanos, me parece que se exajera en esa crítica. Es claro que la Internacional Comunista no podía “descubrir” de golpe a todo el mundo, y en atención a que el trabajo comunista en algunos países es reciente, se puede decir que se ha producido por etapas. Y el movimiento comunista se ha desarrollado en todo el mundo, entendiendo por el mundo, no Africa, etc. Actualmente comenzamos a penetrar en América latina.

Entre estos países latinoamericanos, me parece que algunos revisten importancia, especial como los del sector del Caribe, y por lo tanto debemos prestarles mucha atención. Es exacto que nuestro Secretariado Sudamericano está muy alejado de ese centro, por cuya razón ya habíamos resuelto formar un Subsecretariado en México, que fuese como una prolongación de los trabajos que realiza el Secretariado Sudamericano. Si demoró la creación de ese Subsecretariado, fué debido a la insuficiencia de relaciones entre el Partido mexicano y la Internacional Comunista. Hace tres o cuatro meses, hemos adoptado las medidas necesarias para asegurar dicha coordinación.

Pienso yo también que debemos buscar todos los medios para ayudar a los Partidos y no solamente por medio de cartas, sino mediante el envío de compañeros del Secretariado o de la Internacional Comunista, para que asesoren a nuestros partidos en sus trabajos.

Para terminar, voy a referirme a la cuestión de las escuelas que planteaba el compañero Martínez, de Venezuela. Ante todo, para evitar posibles exageraciones, declararé que la Internacional Comunista ha tenido y tiene en cuenta a la América latina, en lo que respecta a las escuelas. En la “Escuela Leninista”, para la América latina tiene doce plazas y veinticinco en la “Universidad de Oriente”, y repartiremos los alumnos entre los diversos Partidos, llevando a Moscú, especialmente, los de aquellos países donde se hace más necesario elevar el nivel ideológico. En lo que respecta a la creación de escuelas en América latina, creo que sería muy útil poder realizar la proposición del camarada Martínez, sobre la fundación de una escuela en Buenos Aires. En el año que viene trataremos de levar a la práctica esa iniciativa que nos es de fácil solución, ya que nos veremos en la necesidad de enviar compañeros de Europa para atender esta escuela, puesto que el Partido argentino tiene ya una cantidad de tareas que cumplir y sería pesado cargar sobre sus dirigentes el trabajo que demandaría la enseñanza en esa escuela. Es cuanto quería aclarar. (Muy bien).

CODOVILLA. (S. S. A. de la I. C.). -- Compañeros: Después de las aclaraciones hechas por el compañero Luis, muy poco me queda que decir. La eficacia del trabajo futuro del Secretariado, depende en gran parte de nuestros Partidos, los cuales deberán mantener vinculaciones estrechas con el mismo, e informarlo periódicamente de los cambios de situación, para que pueda ayudarlos en la determinación de la línea política que demanden esos cambios. En lo que respecta a establecer una ligazón más estrecha entre nuestros Partidos y los de las metrópolis imperialistas, ya hemos convenido con el compañero Simons, del Partido Comunista de Estados Unidos, para establecer la forma de estrechar vínculos con dicho Partido, ya que nuestros países se transforman de más en más en colonias del imperialismo yanqui. Los compañeros de Estados Unidos, deben publicar un boletín en español sobre el movimiento revolucionario de su país, para de esa manera compenetrarse con el movimiento revolucionario de los países latinoamericanos.

Es necesario también, -- y espero que tomará nota el compañero Austine, -- que el Partido Comunista de Francia tome intervención más directa, en los colonias francesas de América latina, para ayudarnos en la creación y desarrollo del movimiento revolucionario, y se preocupe especialmente de la situación de los trabajadores negros de la isla Martinica.

En cuanto a nuestros camaradas del Partido Comunista Inglés, habrá que llamarles seriamente la atención, ya que siempre se han despreocupado del movimiento revolucionario de Latino América, a pesar de los vínculos económicos del imperialismo británico, con nuestros países.

La última cuestión planteada es la que se refiere a la creación del Subsecretariado en México. Diré que yo no he mencionado ese hecho, porque es un asunto que la corresponde resolver directamente a la Internacional Comunista. Estamos de acuerdo con la constitución de ese Subsecretariado, pero siempre que su actividad esté encuadrada y ligada a la del Secretariado Sudamericano. Si se quiere obtener resultados en nuestros trabajos, es preciso un solo centro de dirección, -- Secretariado Sudamericano, -- controlado directamente por la Internacional Comunista.

Esto es todo lo que quería decir respecto a nuestra labor futura, que espero, -- como todos los compañeros delegados, -- sería de gran beneficio para el movimiento revolucionario latinoamericano. (Aplausos).


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