Marc Becker's Home Page

Teaching
Research


Ecuador
E-Archivo
Interests
Vita
Find on yachana.org:

e-archivo ecuatoriano 

download pdf

Discurso de apertura de la Conferencia del Consejo Central Ampliado del Partido Socialista Ecuatoriano Sección de la Tercera Internacional Comunista

Quito, 12 de enero de 1929

Compañeros:

Esta Conferencia Ampliada del Consejo Central del Partido Socialista Ecuatoriano Sección de la Internacional Comunista, ha sido constituida con los delegados de las organizaciones socialistas de provincias y los miembros principales y suplentes del Consejo Central del PSE. El CC ante la imposibilidad de convocar una Asamblea Nacional o Congreso del Partido, creyó utilísima para los intereses del mismo la convocatoria de una Conferencia del CC Ampliado, en la que pudieran intervenir los compañeros nombrados por los consejos provinciales socialistas y las organizaciones obreras adheridas al Partido, que debían traer la expresión de esas diferentes agrupaciones. Era imposible convocar un Congreso Nacional del PSE por múltiples circunstancias, por la desorganización o mal funcionamiento de agrupaciones socialistas, por la escasez de tiempo y de recursos. Urgía hacer una etapa hasta la convocatoria del próximo Congreso, un reagrupamiento de fuerzas, como si antes de entrar a la casa de donde habíamos salido para un largo viaje, quisiéramos presentarnos en nuestro hogar, con el cuerpo limpio y los vestidos arreglados. En efecto, compañeros: esta Conferencia debe ser un baño depurador para nuestro Partido, una terapia sabiamente administrada para curar nuestros males, una ingestión de alimentos nuevos y sanos, un examen de nuestros defectos, un firme propósito de enmienda y una confianza segura en el porvenir.

Ciertamente que nuestru Partido es muy joven, pues aún no cumple tres años desde su constitución, pero no debe ser una excusa para que ocultemos nuestras debilidades, y sobre todo que las toleremos. No, nuestro ?anido debe ir corrigiendo todos sus defectos, debe irse desarrollando sano y fuerte, suprimiendo las malas raíces del pasado, orientándose con firmeza hacia un porvenir mejor. Necesitamos hacer una autocrítica constante en el seno de nuestro Partido, hacer una revisión de valores, educarnos y depurar nuestras filas. Nosotros no podemos tolerar lo que sucede en los viejos partidos burgueses, liberal o conservador: el caos ideológico, indisciplina, la inmoralidad, la traición al Partido. Los partidos liberal o conservador del Ecuador, no han sido en realidad partido, sino partidas hambrientas de poder. Ninguna característica de Partido organizado tienen ni el liberalismo -simple traición de las luchas anticlericales del pasado, renunciadas al presente- ni el conservadurismo, que con justicia debe llamarse más bien clericalismo. Por eso es inaceptable las proposiciones o aspiraciones de algunos liberales, algunos de cuales casi están en nuestras filas en ciertos aspectos ideológicos, de que el Partido Socialista como ellos dicen, el socialismo, sea la izquierda del liberalismo.

Todos sabéis compañeros que la doctrina socialista marxista leninista que proclama nuestro Partido, es fundamentalmente diferente de la doctrina liberal. El liberalismo es una doctrina burguesa, expresión de los intereses de la casta explotadora, y el socialismo nuestro es la expresión de los intereses de la clase explotada. Además, el socialismo es una doctrina colectivista en sus fines ultimos, al pretender la supresión de las clases sociales y la instauración del socialismo integral o comunismo. El liberalismo es individualista, y la aparente libertad proclamada por el liberalismo, es la libertad únicamente para las clases explotadoras, para los más fuertes, que ejercitan su libertad contra los débiles. Su igualdad es la igualdad para los privilegiados, para la casta dominadora, y desigual en relación a los trabajadores, los dominados. Su fraternidad, es la fraternidad de los explotadores, mientras se ven amenazados con las reivindicaciones de los oprimidos, y su fraternidad se convierte en odio, en luchas, en guerras, en pillaje, cuando los explotadores entrechocan con sus antagonismos de intereses.
La doctrina liberal es pues antagónica a la socialista. Además, el Partido Socialista es un partido de base proletaria; aunque en él entren elementos de otras clases sociales: intelectuales, campesinos. Su ideología es proletaria, sus métodos de lucha son proletarios. Los partidos liberal o conservador son partidos de base burguesa, aunque en ellos participen elementos I proletarios. Ciertamente que del Partido Liberal, de su izquierda, se han 5 pasado al Partido Socialista algunos elementos, sobre todo intelectuales, pero esto no significa que el socialismo sea la izquierda del liberalismo. Más bien sería lo contrario, la izquierda del liberalismo, debería acercarse al Partido Socialista, y cuando esta izquierda liberal se hubiera empapado en la ideología socialista, cuando al querer entrar al PSE se hubiera despojado del individualismo liberal, de la indisciplina liberal, entonces pudiera ser buenos militantes socialistas.

Mucho de los vicios de nuestro Partido, los debemos al liberalismo, vicios que han dejado sus huellas en algunos elementos que nos han venido del Partido Liberal. Sobre todo la indisciplina, la libertad de criterio, la libertad de acción que proclama algunos elementos de nuestro Partido, son vicios liberales de que aún no se han logrado despojar estos compañeros. La inactividad fuera de los períodos eleccionarios o de alguna campaña aislada, la negligencia para una acción constante, disciplinada; la falta de desprendimiento para el Partido, la resistencia para cotizar, son herencias del liberalismo, pues ni en el Partido Liberal ni en el Conservador, existen trabajo constante, disciplinado; ni se cotiza obligatoriamente. Toda esa tradición de los viejos partidos históricos pesa aún sobre nuestro Partido; toda la constitución enfermiza, desordenada, profundamente desordenada, infecunda; pesa aún sobre nuestro Partido.

Primitivismo. Algunos compañeros llevan este individualismo hasta límites absurdos y han llegado a decir: "en el seno de las organizaciones del Partido, hay discusiones, disgustos; estos tienden a desorganizar nuestro Partido; por lo tanto lo mejor es trabajar cada uno por su lado, hacer la propaganda socialista por su cuenta; y cuando hayamos hecho la suficiente propaganda podremos pensar en la organización de un Partido Socialista; hay cerca de 500 tendencias socialistas y cada uno es libre de pensar como le plazca."

Os cito frases textuales, imbéciles como veis, que ni el mismo anarquismo individualista se ha atrevido a decir. Lenin llamaba primitivismo a la tendencia que existió en ciertos grupos del Partido Social Demócrata ruso, de trabajar aisladamente o en pequeños grupos; pero ni los primitivistas se atrevieron a decir una cosa tan absurda, que equivale al liquidacionismo del PSE. Este primitivismo nuestro no es sino una hipócrita maniobra de los compañeros para disimular su traición. Son estos elementos liquidadores del PS los que más combaten a los elementos que trabajan dentro del PS, quienes pasan todo el tiempo haciendo críticas injustificadas fuera de las organizaciones del PS y hasta delante de enemigos del PS.

El criticismo crónico es otro grave mal del PS. Hay elementos que pasan todo el tiempo criticando al PS, a sus principios, a sus métodos de lucha, a su dirección. Lo peor es que estos criticadores crónicos son en general lus elementos más inactivus, que no hacen nada o casi nada para el PS al que lo viven desprestigiando. Quien no hace algo por el PS no tiene derecho a criticar, que trabaje, y entonces tendrá derecho a criticar a los demás. Pero debe ser una crítica justa y no apasionada; una crítica oportuna y no sistemática, una crítica constructiva destinada a señalar los defectos para corregirlos, y no crítica destructiva destinada exclusivamente a sembrar el pánico dentro de los organismos del PS y no fuera de él. Todo el mundo tiene derecho a criticar la actuación de nuestro PS en general, a criticar la actuación de los funcionarios y de cada militante, pero nadie tiene derecho a criticar al PS. Necesitamos corregir este grave vicio del criticismo crónico, acostumbrar a los elementos que hagan críticas dentro del PS y no fuera de él.

Tenemos que luchar contra todos estos vicios, con energía, debemos hacer una autocrítica de nuestros actos para corregir sus defectos. Naturalmente que debemos tener tolerancia por los elementos nuevos en el PS, pues ellos no están empapados aun de nuestras doctrinas y métodos de lucha, ellos necesitan una mayor capacitación ideológica y el fortalecimiento de la personalidad socialista en la lucha diaria. Pero al oportunismo velado con distintas máscaras, debemos combatir sin piedad, lo mismo que al reformismo y a las tendencias anarquizantes, las que con frecuencia son máscaras para ocultar la traición al PS.

Tenemos que luchar incansablemente, implacablemente contra la tradición, tenemos que hacer un partido nuevo sobre bases nuevas, tenemos que ir modificando este temperamento nuestro indohispánico: perezoso tan pronto turbulento como servilmente sumiso, palabrero, lírico, individualista, indisciplinado, profundamente indisciplinado. Nuestros principios ideológicos colectivistas, nuestro método de trabajo colectivistas, irán poco a poco modificando nuestra raza, la irán acostumbrando al trabajo disciplinado. Constantemente me estáis escuchando la palabra: disciplina, disciplina; a muchos de vosotros os estará hiriendo los oídos pero quiero que os hiera más vuestro espíritu, vuestro temperamento; protestaréis sin duda al principio, pero el tiempo os irá demostrando el valor de la disciplina, de la disciplina colectiva, socialista. La disciplina colectiva, compañeros, es fecunda y es consciente; ella no es la ciega disciplina militar ni la discipli na burguesa que pesa brutalmente sobre los de abajo, nuestra discipline socialista es para realizar con el mínimun de esfuerzo aunado, el máximum de utilidad social. Nuestra disciplina libera los espíritus, los hace rebeldes a la traición, barre con las herrumbres espirituales. Nuestra disciplina educa luchadores, crea los nucleos de la sociedad socialista de mañana.

Intelectualismo. Este es otro vicio de nuestro Partido: intelectualismo infecundo; no solamente arraigado entre nuestros intelectuales, sino aúnentre muchos compañeros obreros. Este intelectualismo se traduce por la locura de la ilustración, por la bibliografía insaciable. Leer, leer, leer; como un diabético ingiere agua, y alimentos sin saciarse nunca, eliminando lo que ingiere sin aprovechar apenas su organismo. Necesitamos luchar contra estos toneles sin fondo que guardan todos sus conocimientos para estar rumiándolos con deleite o esconderlos en el fondo de su subconsciente. Nosotros necesitamos luchadores, hombres con energía, pensamiento, no bibliotecas cerradas. Tampoco necesitamos sabios que pasen todo su tiempo en especulaciones abstractas, en elucubraciones metafísicas, en estériles discusiones filosóficas. De estos sabios no necesitamos.

Un escritor cretino ha dicho en un diario de la localidad que nuestro Partido no vale nada, porque no pasan de tres los miembros del Partido que gozan de prestigio científico. Causa risa estas imbecilidades dichas con la mayor seriedad. Sabios aquí en nuestro país, ¿cuántos hay nos preguntamos? Sabios de verdad, triste es confesarlo, no llegan a media docena, y de esa media docena, tal vez los mejores estén en nuestro Partido, y de los prestigios que se formaran más tarde, seguramente de nuestras filas saldrán los mejores. Pero serán sabios utiles a la sociedad, no ensimismados dogmáticos que atesoran ciencia como un avaro atesora monedas. ¡Un Partido de sabios! ¡qué idílicas reminiscencias platónicas!, del escritorzuelo que nos critica que estamos predicando a masas analfabetas; a las que -según su opinión- primero debíamos darle agua y jabón, y no predicarle esta estéril doctrina, socialista, "a estas gentes sin honor" -dice este sabio- "que no pueden elevarse a conceptos metafísicos". Según él, solamente después de que esta masa "sepa utilizar el jabón y gozar de los beneficios del agua y del libro", podrá pensarse en la organización del Partido Socialista, y en otro artículo, el doctísimo sabio dice que el indio no merece ser ecuatoriano. Realmente es así, el indio no merece ser ecuatoriano, en este país donde dominan tales sabios.

Nuestro Partido, modestamente se contenta con estas masas ignorantes, de obreros y campesinos, de intelectuales rebeldes; porque no queremos sabios de la magnitud de estas figuras que parecen vivir arrodilladas ante todos los fetiches, ante todos los amos y que solo saben protestar cuando están fuera del banquete fiscal. Nuestro Partido es de base proletaria, de masas rebeldes, que sabrán barrer con todos los falsos apóstoles, con todos bs pseudos sabios.

¿Es que nosotros somos enemigos de la cultura? Nosotros estamos haciendo la nueva cultura, la cultura que se arraigará profundamente en las masas; para eso, compañeros, necesitamos preparamos en el dominio de las diferentes ciencias sociales, en la biología, en la historia, en las relaciones internacionales, necesitamos hacer ideólogos, teóricos socialistas, capacitamos intelectualmente al mismo tiempo que educamos nuestra voluntad, nuestro carácter. Un buen dirigente socialista debe ser un teórico que sepa la interpretación de todos los fenómenos socialistas y hombre de acción que sepa plasmar en realidad la teoría. Nuestro Partido necesita crear buenos teóricos; estudiar no solamente los fenómenos sociológicos internacionales, sino principalmente los fenómenos sociales de nuestro país, su estructura social, su economía, su desarrollo histórico. Es preciso compañeros que aprendamos a ser hombres de nuestro país; sin perder en ningún momento de vista que somos esencialmente internacionalistas.

El automatismo es un vicio que se ha arraigado en algunos sectores de nuestro Partido, el automatismo que consiste en obrar solamente por el impulso. Así como el intelectualismo se arraiga siempre entre ciertos obreros. El uno conduce a un inconciente aislamiento de la realidad, a un desprecio orgulloso de lo que se cree inferior, y por lo mismo aleja a las masas obreras descontentas de esta despectiva actitud intelectualista, y el otro, el automatismo, conduce a una actividad desordenada, a una indisciplina completa. Este automatismo de raigambre anarquista, es causa de los fracasos en la lucha en un buen número de casos, automatismo e intelectualismo deben desaparecer; pero, el intelectualismo sobre todo, pues este es negativo, al paso que el automatismo es activo, positivo, por más que tenga sus lados destructivos.

El reformismo es también un grave peligro para nuestro Partido. La colaboración de clases, sino la combatimos en nuestro Partido, acabaría por corromper nuestro Partido, y al fin nos transformaríamos en liberales. No podemos admitir el acuerdo, la colaboración entre la clase burguesa explotadora, y la clase obrera explotada; tenemos que luchar contra la burguesía, y no pretender celebrar acuerdos con ella. Nuestra guerra, es guerra de clases, que terminará por la victoria de una de ellas: la proletaria. En esta lucha implacable tendremos como aliado al campesinado, a ciertas categorías de artesanos y a otros pequeño burgueses explotados. Pero nuestro fuerte debe ser el proletariado. Los obreros deben tener la hegemonía en la lucha, el proletariado tiene que dar a nuestro PS una fisonomía y espíritu proletarios; ideología y métodos de lucha proletarios. Nunca debemos olvidar este punto esencial de nuestro socialismo marxista leninista: nuestra lucha, es lucha de clases. El reformismo ha corrompido a muchos elementos de nuestro Partido. Más rápidamente que en otros países, en un período menor de tres años, nuestros reformistas del Ecuador, se han puesto a la altura de los reformistas europeos; han traicionado a la clase obrera y siguen muy campantes llamándose socialista; algunos de ellos, por lo menos han tenido la franqueza de abjurar en público sus creencias, o se han quedado en silencio, ocultando cuidadosamente sus antiguas doctrinas.

Todos estos defectos compañeros han impedido que el Partido se arraigue profundamente en las masas, que se fortifique para ser digno de tomar la vanguardia revolucionaria.

Nuestro Partido ciertamente ha luchado en un medio fanático, en un país poco industrializado, de escaso proletariado industrial, con una masa trabajadora en gran parte analfabeta, lo que ha impedido la difusión de la propaganda verbal y objetiva. Uno de los mayores obstáculos nuestros ha sido la escasez de recursos financieros para la propaganda, para la organización. Hemos luchado contra el feroz boicot económico de la burguesía, con nuestra pobreza, con la falta de desprendimiento pecuniario de la mayor parte de los miembros. La propaganda de Partido y en gran parte su organización se ha hecho con los sacrificios de un reducidísimo grupo de compañeros. Esto hay que hacer desaparecer estableciendo la cotización obligatoria, imponiendo sacrificios pecuniarios a todos los miembros.

Esta conferencia debe ser el fin de una etapa, el de nuestra adolescencia como Partido. Debemos entrar a la juventud vigorosa, batalladora, llena de fe en el porvenir. La época pasada es una época romántica, que pasará a nuestra memoria, como los recuerdos que nos dejan nuestros primeros amores, una neblina de ensueño, de torpezas, de debilidades, de gestos heroicos. Sí, compañeros, es preciso romper con el romanticismo, necesitamos ahorcar implacablemente la neurastenia, enfermedad que consume nuestras juventudes, especialmente intelectuales, con una senilidad precoz matadora de toda acción, de toda rebeldía. Ahoguemos al romanticismo que crea una ideología alejada de la realidad, que presenta como despreciables los fenómenos de la vida diaria, que encierra en la torre de marfil -máscara del individualismo decadente- nuestras mejores actividades. El romanticismo debe terminar, vayamos a la vida. Acerquémonos a la realidad, que ella nos pondrá en contacto de las masas que sufren, que esperan que nuestras palabras pierdan sus alas de mariposa y les griten muy fuerte: levántate.

Hasta hace poco más de un año, el PSE había vivido aislado del movimiento proletario internacional, pero gracias al envío de un delegado a la Rusia Soviética ese aislamiento se ha roto, hemos establecido el contacto con el movimiento revolucionario mundial, nos hemos enrolado dentro de la Internacional Comunista, y desde entonces nos sentimos más fuertes, más llenos de fe.

Nuestro programa ideológico será el de la IC. Tenemos que adaptar nuestros estatutos, nuestro Plan de Acción, a los métodos de la IC y darles vida en nuestro país.

Os saludo cariñosamente queridos compañeros. Yo sé que en esta Conferencia se resolverán problemas fundamentales del Partido, que se liquidarán muchos errores y divergencias, que haremos un gran avance en la unidad ideológica y de acción de nuestro Partido, que sabremos comprender mejor la realidad, que superaremos todos los obstáculus y que pondremos nuestro Partido en la vía del triunfo definitivo.

Ricardo A. Paredes


Síntesis histórica de Partido Socialista Ecuatoriano

Tomada de los múltiples informes presentados a la aprobación del Consejo Central Ampliado

El 16 de Mayo de 1926, se puede considerar como la fecha clásica de la fundación oficial de nuestro Partido. Esta fecha es la inauguración de la primera Asamblea Nacional del Partido, verificado en Quito.

Las corrientes ideológicas, como un fenómeno emanado de las aspiraciones simultáneas de la humanidad, como reactivo de otros fenómenos depresivos, entre los cuales, el económico y político vinculados mutuamente, producen un pensamiento cósmico, habían penetrado en nuestro país, que como una célula del organismo mundial, sintió los desastres producidos por la brutal guerra imperialista de 1914 y todas sus consecuencias críticas que venían a demostrarnos que el viejo capitalismo floreciente, se acercaba a su eterno ocaso, por la gradual concentración capitalista que pauperizaba vertiginosamente a la gran masa humana de trabajadores. El Socialismo, aparece pues en este caso como la fuerza que ha de darnos el sistema económico que contempla los derecho a la vi la de la mayoría a la que hoy detenta una minoría explotadora.

El Ecuador tenía en todo su territorio enormes grupos de adherentes, y el grupo de Quito llamó a la organización inmediata bajo las normas de los partidos marxistas leninistas del mundo. En fruto de esta organización, fue la gran Asamblea Socialista, que fue y será siempre en los anales de la vida política nacional, el marotundo triunfo de la dinámica revolucionaria.

De la Asamblea salió electo el Consejo Central que debís guiar hacia la consolidación de la disciplina y de la homogeneidad doctrinaria al nuevo Partido que en el futuro realizará su misión histórica.

En esta síntesis, marcaremos únicamente la acción más importante desarrollada por el Consejo Central y por los Consejo Provinciales y Núcleos. La ley fundamental del Partido y el Manifiesto de la Asamblea, sobre su base ideológica y sus principios fue editada en Guayaquil por una Comisión de camaradas del C. C. La edición de estos documentos fue enorme y pudo así ser difundida en toda la República. Este evangelio precioso para aquella época, consolidó al Partido e hizo que su funcionamiento se normalizara. Después de la Asamblea Nacional Socialista y auspiciada por el Partido, se reunió una Conferencia Sindical a la que concurrieron 14 organizaciones obreras. Esta Conferencia nombró un Comité Pro Congreso Obrero Nacional que unificaría todas las organizaciones. Este Comité, no ha cumplido su misión y él se debe la falta actual de cohesión sindical.

A los últimos días de Diciembre de 1926, el C. C. comisionó al mismo compañero que estaba encargado de la edición del folleto de la Asamblea y del manifiesto en Guayaquil, para que emprendiera la campaña Pro Frente Unico Obrero; para este trabajo al C. C. lanzó un manifiesto de compactación a la clase obrera de Guayas. La actuación de nuestro camarada, fue intensa y por esto sufrió el atropello de las autoridades, obligándole a la prisión inicua. Apenas salió nuestro camarada de la prisión volvió a las filas siempre con la misma entereza y entusiasmo.

Campaña anti-clerical

Fue una de las importantes actividades del Partido en así época. El fanatismo religioso tuvo una gran auge a fines de 1928 promovido por la agitación de un fraile extranjero llamado Calezans. Una campaña de hojas sueltas, y un desafío a una discusión pública, la que esquivó el fraile, fueron los éxitos de esta sesión. Después, el Partido secundó la actitud Universitaria antirreligiosa que también tuvo buen éxito. El C. P. S. del Guayas, es candó también esta campaña y organizó una manifestación pública que fue prohibida por las autoridades, en momentos que se había permitido una manifestación religiosa. En esta ocasión el Partido Liberal quiso aprovechar de esta manifestación con fines políticos, y para su campaña regionalista, por lo cual el C. C. comunicó el peligro al Consejo Provincial del Guayas que evitó la maniobra liberal.

Biblioteca del P. S. E.

La Biblioteca del Partido fue fundada en esta época, para la mal prestó su contingente el compañero Juan Manuel Lasso.

Campaña contra el Regionalismo

Una importante actividad desplegó el P. S. El regionalismo se había sido condenado por la primera Asamblea del P. S. estaba tomando un incremento considerable con la propaganda desarrollada por el capitalismo Guayaquileño que trataba de recuperar la hegemonía política y económica perdida con la revolución del de Julio.

Una Comisión compuesta de los compañeros Juan G. Jaramillo, L Muñoz y Ricardo Paredes partieron a Guayaquil contrarrestar ese peligro que venía en mengua de nuestros principios. La Comisión desempeñó su labor en forma laudable y enérgica. Varias Conferencias desarrollaron entre los obreros de Guayaquil y entre los miembros del Partido. En ese momento la Comisión estuvo de acuerdo con las camaradas del C. P. del Guayas, para la expulsión de un miembro propagandista del regiarralismo. Una cosa importante merece anotarse: Los anarquistas que constituían el “Comité Pro Frente Único Proletario” presentaron a las conferencias, en forma hostil, para nuestros compañeros, mas después de dos conferencias, esta organizción se manifestó simpatizante y defendió con virilidad a nuestros compañeros cuando las autoridades de Policía les capturaban. El Intendente Chambers Vivero reaccionario dueño de la situación no quiso que se destruyese la obra regionalista, para la cual habia prestado sus incondicionales servicios. Nuestros compañeros fueron encarcelados, y luego reintegrados a Quito; únicamente uno de nuestros camaradas, Ricardo Paredes, pudo librarse en el Milagro, en donde, como en otras poblaciones de la costa, dictó sus conferencias doctrinarias hasta que se radicó algún tiempo en Manabí, de donde partió a representar al Partido y a varias entidades Obreras del país, en los Congresos internacional es que se celebraron en la Unión Soviética Rusa.

Puede decirse que el P. S. y la Confederación Obrera de Guayas fueron las fuerzas que detuvieron la Revolución Federalista que preparaba la burguesía Guayaquileña.

En esta época, nuestra comisión editó en Guayaquil, “Germinal” órgano del C. C. del P. S. E.

Después de esta época, el órgano del Partido tomó el nombre de “Vanguardia”, el que se ha publicado con bastante regularidad, y ha hecho buenas campañas en favor del pueblo. Entre éstas, citaremos las eternas protestas contra los abusos de latifundismo y de las autoridades que han realizado incendios y matanzas en masa en los justos levantamientos indígenas. También puso de relieve, las injusticias cometidas con los trabajadores industriales y campesinos y con nuestros compañeros en toda la República. Ha luchado por el mejoramiento de la clase proletaria y ha sabido desenmascarar a un régimen que soluciona los problemas de la clase pobre, con las reprensiones y la muerte.

Al mismo tiempo ha hecho una labor doctrinaria y de propaganda de nuestros principios, especialmente esta acción fue mejor organizada cuando intervino el partido en la lucha Electoral.

Campaña electoral

Sin embargo que el Gobierno convocó a elecciones en forma incidiosa y sorpresiva, el Partido se aprestó a la lucha. Volantes diarias editó sobre el programa de reivindicaciones mínimas y lanzó un manifiesto cubo tiraje fue de mas de diez mil…

Fuente: Partido Socialista Ecuatoriano, "La primera Conferencia del Consejo Central Ampliado del Partido Socialista Ecuatoriano, sección de la III Internacional Comunista" (Quito: Imprenta del Partido Socialista Ecuatoriano, 1929), BEAEP.


| e-archivo ecuatoriano | Marc Becker's Home Page | marc@yachana.org |